Grandes recuerdos de mi etapa en CAI
Dandolo todo en mi ultimo año en aficionados.
Esta carrera que pertenece a la categoría Elite y Sub23 es una clásica entre las clásicas de verano, una carrera mítica, tanto por sus 58 ediciones, como por los ciclistas ilustres que la han corrido, por lo espectacular del circuito, por la cantidad de publico que se aglutina en el Coso de Huesca, así como por muchas cosas. Este año me hacia especial ilusión correr esta prueba, no solo por la nostalgia de recordar a mi compañero de equipo en su día, y amigo Dani Arnal levantar los brazos como ganador del la prueba, si no que tenia una especial motivación por ser una carrera en la que es tan difícil hacerlo bien que cualquier resultado me iba a dar moral. Es una maravilla ver a tantos conocidos antes de la prueba, lo que me hace recordar mis tiempos de “aficionado” y lo mucho que he disfrutado sobre las dos ruedas desde juvenil. En cuanto a la carrera en si, poco que decir, para el que no lo sepa son 40 vueltas a un circuito urbano de 2 Km. por el centro de Huesca con meta en el Coso. Un circuito en el que se vuela, por lo llano del recorrido y por los constantes sprints que se disputan. No llegaba al centenar de corredores en la salida, eso si, gran afluencia de equipos Catalanes y Navarros, para dar un buen nivel a la prueba. A las 11 en punto se dio la salida y comenzó la locura con ataques desde el inicio. Los pasos puntuables por meta marcaron mucho, pues desde el situado en la vuelta 3 hasta el disputado en la vuelta 7 un sinfín de ataques sin mucho control castigaron un pelotón que a pesar de tener figuras no contaba con un equipo con fuerza suficiente para controlar, por lo que como mandan los libros de ciclismo me prepare para remachar tras el esprint de la vuelta 7, haciendo eso que siempre se hace y pocas veces sale bien, pero esta vez fue diferente, tras este esprint como yo pensaron mas corredores y nos destacamos unos 8 ciclistas con una ínfima diferencia al pelotón, en el que se sucedían los ataques, por lo que en las dos vueltas siguientes entraron mas ciclistas hasta completar un grupo de unos 18. A partir de definirse el corte se fue a mil por hora, por lo que varias veces estuve contra las cuerdas, pero poco a poco entre en carrera y a pesar de faltar desde el salto 33 vueltas para meta intente ir guardando un poco, dejando que los equipos fuertes con mas representación en la escapada tomaran la responsabilidad de tirar. La diferencia con el gran grupo se fue a 1 minuto y luego a 1:20 para encarar la segunda mitad de carrera. No me lo podía creer, estaba en la escapada buena, íbamos a llegar, y ni mas ni menos que en un carreron como San Lorenzo. A falta de 10 vueltas para el final dos hechos que marcaron la carrera, el primero que en un esprint se marcharon 7 corredores de la escapada, entre los que estaba Arturo Ariño al cual se le veía con un punto mas que los demás, y el otro hecho es que un cristal se clavo en mi rueda delantera y pinché, y con ese cristal pinché también todas mis opciones, por lo que bastante tuve con llegar pinchado a la zona donde se encuentran las asistencias y gracias a Tomas (mil agradecimientos) que me presto un rueda pude seguir en carrera y ser absorbido por el pelotón. Al final y con el cabreo de lo sucedido a punto estuve de bajarme de la bici, pero para lo que me quedaba termine inmerso en el pelotón, sin entrar a disputar un esprint en el que no se decidida nada. Arturo Ariño para alegría de los presentes se impuso con una pierna (con respeto hacia los demás) luego llego el grupo en el que yo viajaba al pinchar y luego el numeroso pelotón, en el que complete un puesto 55º con una media de 46km/h de promedio.
Mucha rabia por haber pinchado pero contento de haber estado ahí y de ver que aun disfruto como un enano de las dos ruedas.
Esta carrera que pertenece a la categoría Elite y Sub23 es una clásica entre las clásicas de verano, una carrera mítica, tanto por sus 58 ediciones, como por los ciclistas ilustres que la han corrido, por lo espectacular del circuito, por la cantidad de publico que se aglutina en el Coso de Huesca, así como por muchas cosas. Este año me hacia especial ilusión correr esta prueba, no solo por la nostalgia de recordar a mi compañero de equipo en su día, y amigo Dani Arnal levantar los brazos como ganador del la prueba, si no que tenia una especial motivación por ser una carrera en la que es tan difícil hacerlo bien que cualquier resultado me iba a dar moral. Es una maravilla ver a tantos conocidos antes de la prueba, lo que me hace recordar mis tiempos de “aficionado” y lo mucho que he disfrutado sobre las dos ruedas desde juvenil. En cuanto a la carrera en si, poco que decir, para el que no lo sepa son 40 vueltas a un circuito urbano de 2 Km. por el centro de Huesca con meta en el Coso. Un circuito en el que se vuela, por lo llano del recorrido y por los constantes sprints que se disputan. No llegaba al centenar de corredores en la salida, eso si, gran afluencia de equipos Catalanes y Navarros, para dar un buen nivel a la prueba. A las 11 en punto se dio la salida y comenzó la locura con ataques desde el inicio. Los pasos puntuables por meta marcaron mucho, pues desde el situado en la vuelta 3 hasta el disputado en la vuelta 7 un sinfín de ataques sin mucho control castigaron un pelotón que a pesar de tener figuras no contaba con un equipo con fuerza suficiente para controlar, por lo que como mandan los libros de ciclismo me prepare para remachar tras el esprint de la vuelta 7, haciendo eso que siempre se hace y pocas veces sale bien, pero esta vez fue diferente, tras este esprint como yo pensaron mas corredores y nos destacamos unos 8 ciclistas con una ínfima diferencia al pelotón, en el que se sucedían los ataques, por lo que en las dos vueltas siguientes entraron mas ciclistas hasta completar un grupo de unos 18. A partir de definirse el corte se fue a mil por hora, por lo que varias veces estuve contra las cuerdas, pero poco a poco entre en carrera y a pesar de faltar desde el salto 33 vueltas para meta intente ir guardando un poco, dejando que los equipos fuertes con mas representación en la escapada tomaran la responsabilidad de tirar. La diferencia con el gran grupo se fue a 1 minuto y luego a 1:20 para encarar la segunda mitad de carrera. No me lo podía creer, estaba en la escapada buena, íbamos a llegar, y ni mas ni menos que en un carreron como San Lorenzo. A falta de 10 vueltas para el final dos hechos que marcaron la carrera, el primero que en un esprint se marcharon 7 corredores de la escapada, entre los que estaba Arturo Ariño al cual se le veía con un punto mas que los demás, y el otro hecho es que un cristal se clavo en mi rueda delantera y pinché, y con ese cristal pinché también todas mis opciones, por lo que bastante tuve con llegar pinchado a la zona donde se encuentran las asistencias y gracias a Tomas (mil agradecimientos) que me presto un rueda pude seguir en carrera y ser absorbido por el pelotón. Al final y con el cabreo de lo sucedido a punto estuve de bajarme de la bici, pero para lo que me quedaba termine inmerso en el pelotón, sin entrar a disputar un esprint en el que no se decidida nada. Arturo Ariño para alegría de los presentes se impuso con una pierna (con respeto hacia los demás) luego llego el grupo en el que yo viajaba al pinchar y luego el numeroso pelotón, en el que complete un puesto 55º con una media de 46km/h de promedio.
Mucha rabia por haber pinchado pero contento de haber estado ahí y de ver que aun disfruto como un enano de las dos ruedas.
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